EVALUANDO EN ÉPOCA DE CRISIS, Y ¿SIN CRISIS?


Desde que se declaró el estado de alarma el 14 de Marzo, ya ha pasado más de un mes de nuestro confinamiento. Un mes de vidas confinadas. Un mes de una educación confinada. Un mes de familias y estudiantes que están encontrando una gran brecha digital para poder acceder a las clases virtuales. Un mes que ha brindado la oportunidad, o eso quiero pensar, para ser conscientes de la grandes barreras a la inclusión que muchos alumnos y alumnas tienen y tuvieron para acceder a los aprendizajes.

Y es aquí donde yo me pregunto

  •   ¿tan importante es si va a haber un “aprobado general” o no? 
  • ¿Hemos pensado cómo influyen las evaluaciones en estos momentos de confinamiento y de enseñanza online sobre los aprendizajes particulares de cada alumno y alumna? 
  •    ¿a favor y en contra de qué evaluación deberíamos trabajar?
  •   ¿qué es más importante evaluar contenidos únicamente curriculares o contenidos trasversales que se puedan extrapolar a esta situación de confinamiento?
  •    ¿es igual evaluación a calificación?
  •     ¿Qué ocurriría si evaluásemos su capacidad para vivir y trabajar en la incertidumbre?

Y ¿Por qué me hago todas estas preguntas?

Porque en esta última semana desde que el gobierno acordó con las autonomías que todo el alumnado debería de pasar de curso, salvo casos excepcionales, he leído en las redes sociales, tanto en twitter como en Facebook, comentarios a favor y en contra de esta medida. Pero las que más me desquebrajaron e hicieron que sobresalieran de mi un esperpento de emociones como la rabia, la ira el coraje… fueron algunos como “el fin de una sociedad competitiva, NINIS y vagos…”, “pues si…qué pena!” “al libre albedrío”… y un largo etcétera.

De verdad, ¿podemos llegar a considerar que nuestros estudiantes no se están esforzando por seguir aprendiendo o que esto va a suponer la causa de una gran catástrofe escolar? ¿podemos llegar a creer que los docentes no están poniendo todo su “sudor”, su esfuerzo para que su alumnado aprenda y salga con mayor crecimiento personal de esta situación? ¿podemos llegar a opinar que una nota va a suponer el logro o el fracaso de un alumno y alumna?


Gino Ferri, maestro italiano y doctor en educación, en 2016 exponía que la evaluación de los alumnos es importante según como la plantees, es una oportunidad porque permite no perder de vista a cada alumno” y añadía “sin embargo, ¿queremos evaluar los resultados académicos o la identidad del estudiante que se desarrolla en la escuela?

La evaluación, como la educación no es neutra. No tiene ningún sentido evaluar por evaluar y menos aún para clasificar, jerarquizar y castigar. Miguel Ángel Santos en su libro “la evaluación como aprendizaje” expone que algunas de las finalidades de la evaluación son las que el denomina “de carácter pedagógicamente ricas”, es decir, las que sirven para aprender, dialogar, diagnosticar, comprender, comprobar, explicar, mejorar, motivar, rectificar, contrastar, reflexionar...

Por lo tanto, la evaluación no debe ser nunca el momento final de un proceso educativo, sino el comienzo de un proceso más rico y razonado.

Y llegados a este punto ¿por qué no nos planteamos entre todos y todas una serie de reflexiones para cambiar nuestra mirada sobre la evaluación?

  •          queremos una educación para la igualdad o una educación para la exclusión (Ramón Flecha y Iolanda Tortajada). 
  •          queremos valorar únicamente a los menores en si pasan de curso, aprueban exámenes y sacan buenas notas o para que aprendan a pensar y no acepten sin más la primera idea que les sea propuesta o que les venga a la cabeza (Rafael Feito)
  •    queremos una educación sancionadora e impuesta o una educación que vela por el empoderamiento personal y es garante de la participación activa de todos los agentes que formamos parte de ella.

¿Cuántas más se os ocurren a vosotros?


Para finalizar con este discurso me gustaría añadir una frase de  Sir Ken Robinson, un educador, escritor y conferencista británicoEl punto es que la educación no es un sistema mecánico. Es un sistema humano”.