Si no cambiamos, no crecemos. Llevamos ya casi 2 meses en
los que estamos viendo como una pandemia global se abre paso de un país a otro,
de una comunidad a otra. Esta circunstancia, que ha llegado inesperada, ha
supuesto un cambio en el cual a la sociedad entera nos ha tocado adaptarnos de
un día para otro.
Cambios de una modalidad presencial en los centros
educativos a una modalidad e-learning, al igual que en muchos otros trabajos. De
poder salir a jugar al parque, salir a “echar un café” con una amig@ a la terraza
de al lado de mi casa, de compartir con mis compañer@s de clase la discusión
que tuve ayer con mi madre y con mi padre en la hora del recreo del instituto,
de poder reflexionar en la sala de profesores con mi compañer@ de departamento algún
tema sobrevenido en el centro, de poder salir a hacer deporte o ir al gimnasio
con más gente… a no poder hacerlo, a tenernos que quedar confinados,
prácticamente todo el mundo, en casa y a teletrabajar.
Beneficios psicológicos de estos cambios
Estos cambios acontecidos debidos a la crisis de la Covid-19
ha supuesto que niñ@s, jóvenes, adult@s y personas de la 3ª edad hayan
aprovechado el tiempo para desarrollar una nueva habilidad o a aprender cosas
nuevas… o por lo menos, es lo que quiero pensar.
Esta habilidad especial que se ha despertado de cada un@ de
nosotr@s, una habilidad orientada al logro es la que la psicóloga y profesora
de la Universidad de Standford, Carol Dwek, denominó “Mentalidad de Crecimiento”, frente a una “mentalidad fija”.
Y ¿Qué es una mentalidad de crecimiento?
Es la creencia de que somos capaces de alcanzar cualquier meta
u objetivo que nos propongamos si invertimos tiempo, esfuerzo y dedicación.
Por el contrario, la “mentalidad
fija” o “inmovilista” es la consideración
de que nuestros éxitos se deben a una capacidad innata: “si algo no se me da bien, no merece la pena invertir tiempo en ello”.
Una persona que tenga o haya desarrollado este tipo de
mentalidad tiene el deseo de estar constantemente aprendiendo nuevas ideas,
conceptos, es decir, de generar un pensamiento más creativo y divergente, de
afrontar los nuevos desafíos, de persistir a los contratiempos de manera
resiliente, de aprender de las críticas y a inspirarse en otr@s.
En conclusión…
Estas circunstancias excepcionales que nos ha tocado vivir,
ha condicionado que hayamos desarrollado nuevas habilidades como la
polivalencia, la creatividad y la adaptabilidad, entre otras.
Por lo tanto, deberíamos de extraer, que
esta situación nos ha permito desarrollar
una mentalidad de crecimiento que desconocíamos y que parte de la creencia de
que es posible desarrollar nuestras capacidades personales, permitiéndonos
afrontar mejor los desafíos que nos plantea la vida cotidiana.
Y recordar…
“Sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a
fracasar” Paulo Coelho